domingo, 29 de septiembre de 2019

El Papa Francisco inaugura, después del Ángelus, una escultura en honor a los migrantes en la plaza de San Pedro


Al finalizar la eucaristía celebrada con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el papa Francisco ha presidido el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro. Una oración en la que, antes de comenzar, el Papa ha remarcado el sentido de la Jornada: el de “reafirmar la necesidad de que nadie sea excluido de la sociedad, ya sea un ciudadano residente a largo plazo o un recién llegado”.


Para enfatizar este compromiso, Francisco ha anunciado que, a continuación, inauguraría una escultura en la propia plaza de San Pedro. Una obra que tiene como título las palabras de la Carta a los Hebreos: “No olviden la hospitalidad; algunos, practicándolo, sin saberlo, aceptaron ángeles”(13.2) y cuyo objetivo es el de recordar, a todos los visitantes del Vaticano, el sentido de la hospitalidad con aquellos que huyen de sus hogares.


“El desafío evangélico de la bienvenida”

“Esta escultura, en bronce y arcilla, representa a un grupo de migrantes de diversas culturas y diferentes períodos históricos”, ha explicado Francisco. “Quería este trabajo artístico aquí en Plaza de San Pedro, para que pueda recordar a todos el desafío evangélico de dar la bienvenida”, ha subrayado.
Asimismo, ha apuntado que mañana, 30 de septiembre, se abrirá una reunión de diálogo nacional en Camerún para buscar una solución “a la difícil crisis que ha afectado al país durante años”. Así, el Papa, sintiéndose “cerca de los sufrimientos y las esperanzas del querido pueblo camerunés”, ha invitado a los presentes a rezar “para que este diálogo sea fructífero y conduzca a soluciones de paz justa y duradera, en beneficio de todos”.